Por Maria Pia Cebrián
Hace unos días escuché unas declaraciones de Alan García, candidato a la presidencia del Perú en las que señalaba la necesidad de indemnizaciones individuales para los deudos de quienes sufrieron violaciones a los derechos humanos y que, por supuesto, se efectuarían en un eventual gobierno suyo.
La identificación del derecho a la vida como único derecho humano, pasa por varias cuestiones de las que es importante que tomemos conciencia, comenzando por el hecho de que los individuos no se reconozcan a sí mismos sujetos de derecho: "mi hermana, mi esposo, mis hijos estan muertos, se violaron sus derechos humanos; yo fui torturada, violada, mutilada... pero yo no estoy muerta, YO ESTOY VIVA". La discriminación estatal aumenta esta ausencia de reconocimiento, el cual se refleja en esta propuesta del candidato y que refuerza la figura paternalista del Estado: la idea dsalvadora de pagar indemnizaciones a quienes han quedado "desprotegidos" o "perjudicados" de algún modo por la súbita desaparición de un familiar han de recibir una compensación económica que supla esta ausencia.
Ahora,n el niño que vio como asesinaban a sus padres, la mujer y el hombre torturados pero vivos. ¿No gozan acaso de estos derechos? Aparentemente sí, pero ni las promesas electorales (que parecen sueños maravillosos y que suenan tan bien) parecen acordarse de ellos... Bueno, como esperar que lo hagan cuando García y Humala -los 2 candidatos a la presidencia- han sido acusados de cometer crímenes contra los derechos humanos que ahora condenan... o dicen condenar.
Sin embargo, el resarcimiento a las victimas de estos crímenes va mas allá del informe de una CVR; pasa por reinvindicar la situación, pasa por el mismo tratamiento psicologico y psiquiatrico que recibieron los militares destacados en zonas de emergencia, pasa por la introyección y difusión de estos derechos, pasa por un papel estatal protagónico pues no solo tiene el deber sino tambien la necesidad de una nación saludable, que se respete y se reconozca a sí misma como sujetos de derecho: para que no se repita.
La identificación del derecho a la vida como único derecho humano, pasa por varias cuestiones de las que es importante que tomemos conciencia, comenzando por el hecho de que los individuos no se reconozcan a sí mismos sujetos de derecho: "mi hermana, mi esposo, mis hijos estan muertos, se violaron sus derechos humanos; yo fui torturada, violada, mutilada... pero yo no estoy muerta, YO ESTOY VIVA". La discriminación estatal aumenta esta ausencia de reconocimiento, el cual se refleja en esta propuesta del candidato y que refuerza la figura paternalista del Estado: la idea dsalvadora de pagar indemnizaciones a quienes han quedado "desprotegidos" o "perjudicados" de algún modo por la súbita desaparición de un familiar han de recibir una compensación económica que supla esta ausencia.
Ahora,n el niño que vio como asesinaban a sus padres, la mujer y el hombre torturados pero vivos. ¿No gozan acaso de estos derechos? Aparentemente sí, pero ni las promesas electorales (que parecen sueños maravillosos y que suenan tan bien) parecen acordarse de ellos... Bueno, como esperar que lo hagan cuando García y Humala -los 2 candidatos a la presidencia- han sido acusados de cometer crímenes contra los derechos humanos que ahora condenan... o dicen condenar.
Sin embargo, el resarcimiento a las victimas de estos crímenes va mas allá del informe de una CVR; pasa por reinvindicar la situación, pasa por el mismo tratamiento psicologico y psiquiatrico que recibieron los militares destacados en zonas de emergencia, pasa por la introyección y difusión de estos derechos, pasa por un papel estatal protagónico pues no solo tiene el deber sino tambien la necesidad de una nación saludable, que se respete y se reconozca a sí misma como sujetos de derecho: para que no se repita.